Preguntas frecuentes sobre bioplásticos
Creemos que el camino a seguir pasa por consumir menos, invertir en materiales nuevos e innovadores y utilizar herramientas reutilizables siempre que sea posible.
Los bioplásticos no son la única solución, sino más bien parte de una red de opciones sostenibles que pueden mejorar drásticamente la salud de nuestro planeta.
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"¿QUÉ BENEFICIOS OFRECEN REALMENTE LOS BIOPLÁSTICOS?"
- Los bioplásticos tienen la ventaja única de estar certificados como compostables, biodegradables y fabricados a partir de opciones sostenibles de origen vegetal. El uso de materiales de origen vegetal en lugar de materiales derivados del petróleo significa que podemos romper la cadena dañina de depender del agotamiento de los recursos para el crecimiento económico. Desinvertir en combustibles fósiles es la única opción que tenemos para sobrevivir en este planeta. No podemos seguir dependiendo excesivamente del petróleo y esperar cambiar la política gubernamental o las prioridades de la industria.
- Los microplásticos de los plásticos comunes son una amenaza creciente e invasiva para todos nuestros ecosistemas naturales. Los bioplásticos compostables y biodegradables certificados no liberan partículas dañinas al medio ambiente durante su descomposición. Los bioplásticos certificados son consumidos/descompuestos por microorganismos que se encuentran en el suelo, lo que contribuye a ciclos naturales como el compostaje. Los plásticos comunes derivados del petróleo no son consumidos por microorganismos, sino que se rompen en pedazos cada vez más pequeños. Se han encontrado microplásticos en la tierra y el mar que causan enfermedades, sofocan la biodiversidad del suelo y reducen la reproducción en los animales. Elegir mejores alternativas a los plásticos comunes evita activamente que más microplásticos ingresen al medio ambiente.
- El uso de plásticos de origen vegetal ayuda a eliminar activamente el carbono de la atmósfera durante el período de crecimiento de las plantas . Este proceso en el que las plantas almacenan carbono, así como el suelo en el que crecen, se conoce como sumidero de carbono. Algunos ejemplos a gran escala de sumideros de carbono son los océanos y los bosques. Al elegir productos que se cultivan a partir de plantas en lugar de procesar petróleo, estamos apoyando activamente el crecimiento económico basado en procesos de fabricación que tienen menores emisiones de gases de efecto invernadero. Además, los bioplásticos pueden tratarse en los ciclos de fin de vida (EOL) en la producción de energía renovable que emite muchos menos gases de efecto invernadero o ninguno. En lugar de que los plásticos normales permanezcan en un vertedero durante cientos de años, podríamos tener un sistema de circuito cerrado que convierta los bioplásticos en energía. Actualmente, los sumideros de carbono terrestres ayudan a devolver a la tierra el 26% de las emisiones causadas por el hombre. ¿Imagina cuánto más podríamos hacer si priorizáramos la creación de más sistemas que puedan secuestrar el carbono?
- Los cambios de comportamiento son fundamentales para impulsar el cambio político y económico hacia una economía y una gestión de residuos más ecológicas. Elegir opciones más responsables con el medio ambiente indica a las personas que nos rodean, a las empresas a las que compramos y a los clientes a los que servimos que queremos productos con mejores opciones al final de su vida útil. El uso de bioplásticos certificados ayuda a que las personas se interesen más por las soluciones de gestión de residuos que evitan que acaben en los vertederos. La industria del compostaje está creciendo a un ritmo que se prevé que alcance los 9.200 millones de dólares en 2024, una tasa de crecimiento del 6,8%, ligeramente superior a la del reciclaje. Esto nos indica que el compostaje desempeña actualmente y seguirá desempeñando un papel fundamental en la gestión de residuos. No se pueden producir cambios de comportamiento si seguimos haciendo lo mismo. Tenemos que preocuparnos por los bioplásticos para impulsar el desarrollo del compostaje.
- En el contexto de la atención sanitaria y los procedimientos cosméticos como los tatuajes, la opción del reciclaje no está disponible actualmente debido a que las barreras están contaminadas con riesgos biológicos de los fluidos corporales. En este contexto, los bioplásticos pueden marcar una gran diferencia en la cantidad de residuos creados en estas industrias. Si bien se cree comúnmente que las instalaciones de compostaje comerciales no pueden manejar los riesgos biológicos humanos, esto es un concepto erróneo. El compostaje es el escenario ideal para tratar cosas como los patógenos transmitidos por la sangre y los desechos humanos. La razón por la que actualmente no todas las instalaciones de compostaje aceptan estos contaminantes se debe al estigma . Los fabricantes de compostaje pueden tener más dificultades para vender compost a las empresas que podrían encontrar menos atractivo el compost elaborado con estos contaminantes. Una vez que se completa el ciclo de compostaje, no hay riesgos biológicos dañinos en el suelo, pero ha habido una falta significativa de educación sobre este tema.
"¿CÓMO PUEDEN MARCAR LA DIFERENCIA LOS BIOPLÁSTICOS SI LAS INSTALACIONES DE GESTIÓN DE RESIDUOS NO SIEMPRE LOS PROCESAN?"
El compostaje comercial en América del Norte comenzó recién a principios de los años 90, cuando se percibió una "crisis de los vertederos" por muchas razones, entre ellas la falta de espacio, el uso ineficiente de los vertederos actuales y las emisiones de metano de los mismos. Debido a las muchas limitaciones de los vertederos, la expansión del compostaje y el reciclaje es una evolución inevitable de nuestro sistema de gestión de residuos. Actualmente, en Canadá, el 21% de los residuos que se dirigen a los vertederos son restos de comida. Las emisiones globales de metano de los alimentos que se encuentran en los vertederos representan el 8% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero del mundo. Debido solo a este hecho, se están llevando a cabo grandes iniciativas para avanzar en la infraestructura de compostaje.
La narrativa predominante sobre la infraestructura de compostaje en los EE. UU. y Canadá es que es en gran parte inexistente e incapaz de manejar envases. Esta narrativa citada por los consumidores a menudo puede hacer que se sientan confundidos o engañados sobre los beneficios de los bioplásticos certificados. Según los estudios recopilados de la Coalición de Empaques Sostenibles, esta narrativa no resiste del todo la investigación que se está realizando sobre la infraestructura de compostaje en desarrollo. Según un estudio de 2011, el 63% de los hogares canadienses tienen acceso a un programa de compostaje y en los EE. UU. un estudio de 2020 informó que 193 de las grandes ciudades también tienen acceso a un programa de compostaje. 102 instalaciones aceptan envases compostables, incluidos bioplásticos de fuentes residenciales y comerciales. No solo existe el compostaje en mayor número de lo esperado, sino que una cantidad notable de instalaciones y programas aceptan una amplia gama de compostables.
Si bien estas estadísticas revelan que la industria del compost está creciendo, también reconocemos que necesita expandirse enormemente y que actualmente no satisface la demanda. Necesitamos presentar peticiones, involucrarnos localmente y utilizar productos que respalden el crecimiento de esta industria para asegurarnos de que siga avanzando por el camino correcto. Hablar abiertamente sobre las limitaciones actuales de la infraestructura de compostaje nos anima a conocer qué programas están disponibles en nuestras áreas y también a invertir en la expansión de los mismos. El uso de productos de bioplástico certificados también ayuda a iniciar a las personas en el comportamiento del compostaje al alentarnos a participar continuamente en él.
Aquí hay algunos mapas interactivos del sitio web de GreenBlue y del sitio Findacomposter.
"SI ALGUNOS BIOPLÁSTICOS SE ENVÍAN A VERTEDEROS, ¿ES ESTO REALMENTE MEJOR QUE USAR PLÁSTICOS COMUNES?"
Más de la mitad de las emisiones generadas por los plásticos convencionales provienen de la obtención y producción de los materiales. En el caso específico de los plásticos como el HDPE y el LDPE, representan aproximadamente entre el 57 y el 61 % de las emisiones totales generadas. Desde la perspectiva de las emisiones de gases de efecto invernadero, los plásticos convencionales son los que más daño provocan antes incluso de convertirse en un producto utilizable. Esto se debe a que los plásticos convencionales dependen de recursos fósiles que generan muchos gases de efecto invernadero, como el diésel, el petróleo residual, la gasolina y el gas licuado de petróleo para convertir el petróleo crudo. Estos plásticos convencionales también generan emisiones de contaminantes atmosféricos, como carbono orgánico volátil, monóxido de carbono, partículas en suspensión, óxido nítrico y sulfúrico, dióxido de carbono, metano y óxido nitroso. El cambio a bioplásticos de origen vegetal tiene el potencial de reducir drásticamente nuestras emisiones globales de gases de efecto invernadero y los estudios han demostrado que esto es cierto porque la producción y el abastecimiento de materiales de origen biológico producen menos emisiones. El análisis del ciclo de vida muestra que los plásticos de origen biológico permiten un importante ahorro de CO2 en comparación con los plásticos convencionales. Varía en importancia y puede aumentar hasta la neutralidad de carbono dependiendo de la materia prima, el producto y la aplicación del material.
"Si se sustituyera la demanda europea anual de polietileno de origen fósil por polietileno de origen biológico, se evitaría que más de 42 millones de toneladas de CO2 entraran en la atmósfera, lo que equivale a las emisiones de CO2 de 10 millones de vuelos alrededor del mundo al año".
- Organización Europea de Bioplásticos
Algunos han expresado su preocupación por el hecho de que los bioplásticos que terminan descomponiéndose en los vertederos contribuyen al problema de la liberación de metano de los vertederos. Cuando ponemos los hechos en contexto, podemos ver que esto no es tan alarmante como parece. Actualmente, los bioplásticos representan menos del 1% de la producción mundial de plásticos y, de esa cantidad, una cantidad aún menor se descompone en los vertederos. Como se mencionó anteriormente, la mayor fuente de metano que proviene de los vertederos son los desechos de alimentos, que representan el 8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, un hecho asombroso si tenemos en cuenta que los vuelos a nivel mundial representan solo el 5%. No abogamos por que los productos compostables y biodegradables terminen en los vertederos y somos conscientes de que este es actualmente el modelo en muchas áreas de América del Norte. Defendemos el uso de productos compostables y biodegradables porque necesitamos apoyar el desarrollo de sistemas de gestión de residuos de circuito cerrado como el compostaje. Cuanto más sustituyamos los plásticos comunes por opciones de base biológica y cuanto más nos eduquemos sobre la infraestructura de compostaje, mayor será la visibilidad para una mejor gestión de los residuos. En resumen, cuanto más apoyamos a la industria del bioplástico, más apoyamos también la expansión de la industria del compostaje, que desvía activamente los residuos de los vertederos.
Con demasiada frecuencia, la gente escucha ideas contradictorias sobre los bioplásticos y se resigna a sentirse derrotada y a optar por no cambiar sus hábitos de consumo. Lo que necesitamos es entusiasmar a nuestras comunidades con el conjunto actual de herramientas que tenemos a nuestra disposición y hablar abiertamente sobre los matices y los desafíos de la industria para que podamos seguir desarrollando soluciones reales.
FUENTES
Esta página fue escrita utilizando estadísticas y estudios de:
- Entendiendo el papel de los envases compostables en América del Norte, The Sustainable Packaging Coalition (2020)
- Sitio web de la Organización Europea de Bioplásticos
- Radio CBC, The Current; episodio de Matt Galloway del 3 de febrero de 2022